YA SUPIMOS DE QUE ESTAMOS HECHOS

Este título es para ilustrar lo que pasa en una familia después de la muerte de uno de los padres o de ambos.

Y voy hablar de mis hermanos. Somos siete contándome y cuál de todos más unidos.

En diciembre perdimos a nuestro papá después de disfrutarlo hasta que cumplió 96 años y descubrimos que lo que nos dejó no fue importante en lo material, aunque lo hubo, sino que nos mostró de que estamos hechos.

Y como homenaje a él y a nuestra madre que aún nos acompaña, quiero contarles que nos dejó.

LO QUE NOS DEJÓ

Lo mejor, el inmenso amor por nuestra madre, a su alrededor giramos como pollitos con gallina.

Siete días tiene la semana y cada día un hijo se encarga de visitarla y hacerla sentir bien. En siete dividimos la cuota mensual para darle a ella gusto, me explico: hasta después de muerto mi papá la dejó asegurada, pero nosotros sus hijos decidimos que ella merecía hacer otras cosas para entretenerse y sentirse viva y por eso nuestra cuota es para sus gastos personales tales como: darle semanalmente “el centavo”, así dice, a sus nietos, dar la limosna para los pobres, dar la cuota del costurero y ayudar a quienes siempre les ha ayudado, entre otros.

Nos dejó también un gran ejemplo de unión, las reuniones que hacemos cada mes, para revisar asuntos familiares y el tema de sucesión y abogados, es toda una fiesta de amigos.

Quien convoca expone y sin dudar, aprobamos y aunque habíamos acordado que las decisiones se tomarían por mayoría, no se ha dado porque siempre lo hacemos por unanimidad.

Nos dejó la solidaridad. Personalmente me tocó ayudar a aquellos señores enfermos por el alcohol a quienes mi papá ayudaba cuando los veía mal. Estoy cumpliendo y así, a cada quien le tocó algo: a unos la Limosna para el Señor Caído, a otro, la veladora para el mismo Señor Caído y así sucesivamente, cumpliendo con su voluntad.

Nos dejó la alegría: a solo tres días de muerto, celebramos el siete de diciembre como siempre: velitas, música suave, eso sí, algo de licor y todos juntos. Su petición fue que, aunque se muriera en diciembre, jamás nos dañáramos la navidad y la celebráramos con las fiestas acostumbradas, los 42 que conformamos su amplia familia, contando nietos, bisnietos y nueras, yernos, novios etc.

Nos dejó la justicia como ejemplo y a cada uno, nos dio todo por igual.

Nos enseñó que el orden no debe faltar. por eso a su muerte, nos dejó la guía de donde estaba el certificado de compra del osario, donde vamos a caber todos y ya pagado.

Nos enseñó que solo se muere cuando hay olvido y por eso, siempre está presente en cada reunión nuestra.

La honestidad fue su principio de vida y a Fe que todos lo somos y jamás lo defraudaremos.

Siempre nos pidió que a su falta nos mantuviéramos unidos y así seguimos.

Somos los mejores hermanos, los más solidarios, los más honestos, los que más nos queremos y a los que jamás nada material nos separará.

EL DESCUBRIMIENTO

Su enseñanza la descubrimos recientemente cuando revisando lo que nos dejó en lo material, nos mostró de que estábamos hechos.

Todos heredamos su alma y su corazón. De eso estábamos hechos DE SU ESENCIA

Te amaremos por siempre papá