¿COMO NO ADMIRARLA?

Para ella nada es malo, aprendió a ver lo bueno en cualquier situación y por ello, no sufre.

Jamás pierde el norte, siempre está enfocada en los que debe y tiene que hacer, pero ello no le impide hacer muchas más cosas.

Sacar las mejores notas no fue su meta, pero las sacó y bien altas.

El machismo la enferma, el racismo la atormenta, la desigualdad la conmueve, la xenofobia la ofende, el maltrato no lo permite y los feminicidios la desbordan.

No concibe que se hagan comentarios sobre estos temas con mala intención, porque siempre inquiere a quien lo hace y con argumentos lo deja mal parado.

Es intolerante ante la injusticia, no hay tema que sobre derechos humanos no haya leído, porque su sangre hierve con ello, la equidad de género es su lucha permanente y no sólo la lee, si no que la maneja y aplica.

Ama a su país Colombia, se siente orgullosa de él y no sólo de palabras sino de obra, pues de lo primero que empacó en su maleta cuando decidió irse a estudiar al extranjero, fue la bandera de Colombia, la cual luce u ondea cuando es debido, sin ambages y sin pena, pues como diplomática que quiere ser, es su orgullo.

Ama la diplomacia como estilo de vida y de corazón. Considera que es el camino perfecto para alcanzar muchas soluciones a conflictos en el mundo y por eso la estudió y por ello su tesis la hizo sobre ese tema.

Pero no solo la diplomacia es su pasión, lo es también el derecho e, hizo el esfuerzo de hacer dos carreras a la vez, Relaciones Internacionales y Derecho. Desde siempre vio la relación entre ambas y se propuso estudiarlas como la forma perfecta de complementar su sueño profesional.

Si se trata de amistades, mientras más variadas y de más países sean, es mejor.

La comunicación no le es problema porque sabe dos idiomas básicos a la perfección y se defiende en otros dos.

Si está acompañada lo disfruta, si está sola también, porque desde pequeña nos dijo que ella era su mejor amiga.

No hay comida mala, para ella todo es bueno y si es nuevo mejor. No deja de probar por raro que parezca y termina haciendo la receta mucho mejor.

Estudio riguroso y fiestas sabrosas, no son opuestas, por el contrario, se complementan.

Tocar piano la desestresa.

Si bien tuvo el apoyo de nosotros, de sus hermanos y de su familia para poder dedicarse solo a estudiar, tampoco le fue fácil, aunque jamás se quejó.

Siendo la menor de cuatro hermanos y la más esperada después de once años de no haber bebés en la casa, nunca se dejó llevar por los inconvenientes o problemas. No fue caprichosa, sino sensata, no pataleó, sino que trabajó para conseguirlo, no exigió, sino que se lo ganó, nunca peleó, sino que modelo con el ejemplo.

Por todo ello y por mas, solo queda admirarla, porque el amor de sus padres, hermanos y familia siempre lo ha tenido.

¿Y por qué de todo esto?

Sencillo, porque hoy, es día de su graduación, después de cinco años de estudio en donde siempre sacó maravillosas notas.

Porque se gradúa de dos carreras, porque le tocará hacerlo virtualmente y sin la compañía de nadie de su familia físicamente, porque pasó en Madrid, España, toda la pandemia, sola, encerrada en su apartamento y jamás lloró o se desesperó o se quejó, porque nunca dijo quiero devolverme y aunque le ofrecimos vuelo humanitario, decidió esperar con tranquilidad y siempre buscando  en que ocupar su tiempo, porque se presentó a dos universidades para hacer su maestría y en ambas pasó, porque aunque joven de 22 años, rezaba a diario con nosotros para buscar que su fortaleza nunca se acabara, porque a pesar de su juventud, supo enfrentar con entereza la muerte de su abuela en soledad, la de su abuelo en soledad, con tristeza sí, pero también con la satisfacción de que siempre supieron que los amaba.

Por todo ello y por su resiliencia, tengo que decirlo: ¡la admiro ¡

Lupita Prada Jiménez, se gradúa hoy y lo va a hacer con tranquilidad, con felicidad y compartiendo con sus amigas, porque la pandemia no nos permitió acompañarla.

Decirle que la amamos es propio, mejor le gritamos que la Admiramos.