Esta vez quiero hablarles de las abuelas metiches, de las que les viven la vida a sus hijos y sobre todo a sus nueras o yernos, las que opinan, las que se meten a sus casas, las que, porque les cuidan los hijos, sienten que son merecedoras a meterse en sus decisiones de vida y a indicarles cómo deben criar a sus hijos y cómo deben llevar la casa. ¡¡¡Pues bien, fuera brujas!!!

No hay derecho a que nuestros hijos tengan que sufrir por una madre y abuela así. Ustedes no se alcanzan a imaginar cuanto daño les hacemos y cuanto pesamos a la hora de tomar la decisión de separarse. Destruimos sin querer queriendo, el hogar que siempre soñamos para ellos, por metidas.

¡Conozco casos en que estas abuelas cuidan de sus nietos para que ellos puedan trabajar y estar tranquilos, pero que va!… el regreso a casa es peor. Ese cuidado es como si les hubieran dado el pasaporte para opinar sobre lo divino y lo humano. No.

Si por necesidad, o porque fue un ofrecimiento sincero hay que cuidar los nietos, que sea, eso, cuidarlos, darles amor. Si son bebés, tenerlos a buen recaudo, estar pendientes de ellos y obedecer, sí, obedecer, las tareas que los hijos nos dejan en cuanto al cuidado del bebé. No hay que innovar, no hay que darles comida diferente a la que ellos indicaron, no hay que medicaros, si ellos no lo dijeron y menos si el pediatra no lo indicó, no hay que sacaros de visita, si no están vacunados. Literal. Si vamos a colaborarles que sea con amor, responsabilidad y cumpliendo las tareas que ellos nos indiquen.   Ya nosotros criamos hijos y sabemos que hay qué hacer, pero los tiempos cambian, la manera de criar niños también y la medicina a avanzado mucho de nosotros a hoy.

 

Como recomendación, lo ideal sería cuidarlos en nuestra propia casa y ojalá con la nana que el bebé tenga. Será de gran ayuda, pues a nuestra edad, aunque con vejentud y animadas, ya no estamos para trotes de bebés, pero si para darles amor y mirar que los cuidados sean los apropiados.

Si no se puede en la casa de los abuelos, pues que sea en la de ellos, pero solo para cuidar el bebé. No se ofrezcan a cocinar, arreglar, casa, recibirlos con comida y hasta la el almuerzo para el otro día. No se vale y por varias razones: uno, porque descuidamos la tarea para la cual nos llamaron o nos ofrecimos, que era cuidar el bebé y dos, porque eso cansa mucho y más temprano que tarde nuestro cuerpo lo cobrará. Eso ya lo vivimos, dejémosles a ellos que también lo viva, lo sufran y lo disfruten, es parte de la vida y además, evitemos la tentación de estar mirando que tiene, que no, que mercan, que comen, que visten, cómo guardan el mercado, que tan ordenados o desordenados son. No es problema nuestro. Por eso, nada de ser creativos, apoyémoslos como ellos quieren, solo en lo que podemos y sabemos hacer bien, dar amor y ser oportunos, eso es servir, eso es ser excelentes abuelos.

¿Pero si los nietos son mayores? Ya les contaré

CUIDAR LOS NIETOS NO ES EL PASAPORTE PARA OPINAR