Muchas veces he escuchado que a las mujeres nos dicen, doñas perfectas, que no nos equivocamos, que todo lo hacemos bien, que somos multifuncionales, que sabemos más que el doctor Google, nos hacen memes a diario, hablando, o burlándose de nuestra perfección y yo aquí pensando que, aunque no les guste, nuestros críticos, deben saber que si hay mujeres perfectas y que casi todas lo somos.

¿Pero cuál es nuestra perfección?

Para conocimiento de todos los escépticos, las mujeres perfectas tenemos cicatrices, pero no tanto físicas, tenemos cicatrices que nos han dejado los malos tratos de los amores, de los hijos, tenemos cicatrices, porque nos entregamos con amor y pasión a cada trabajo que hacemos y luego viene una cicatriz más, la del no reconocimiento.

Tenemos cicatrices que nos han dejado aquellos por los cuales nos desvelamos y nos pagaron con ingratitud, pero con todo eso y mas cicatrices que no vienen al caso, somos perfectas porque no permitimos que esas cicatrices crezcan, se llenen de materia o revienten, no, las curamos, les echamos Cicatricure y seguimos como si nada, porque esas cicatrices estaban en el alma y la de nosotros, es capaz de dar todo por los que amamos y seguimos perfectas.

También tenemos cicatrices en la piel, porque como todos, tenemos nuestras caídas y si acaso no es por caídas, es seguramente por el maltrato, los insultos, el bulling psicológico que nos hacen desde adentro y desde afuera y también los golpes que algunas reciben, por no haber visto a tiempo, a quien escogieron por compañeros, pero muchas se levantan de esas cicatrices, las curan y siguen adelante y perfectas.

Las mujeres perfectas reímos como locas, reímos solas, acompañadas, con un bebé, con los hijos, los amigos, la televisión, las películas, el teléfono etc. y sí, parecemos locas, ¡pero vaya locas!. las mejores, porque sabemos que lo somos y que somos nosotras y se nos pasa, pero si nos dicen locas porque echamos sermones y cantaletas, los invito a que analicen que palabras llevaban esos sermones y se darán cuenta que, tenemos razón y en eso también somos perfectas.

Pero si quienes nos dicen que somos locas, son los compañeros de vida e hijos, habría que recordarles que eso es hereditario y nos quitan de inmediato la loquera y seguimos perfectas.

Nos dicen también que las mujeres hablamos sin parar y soñamos despiertas, que tal que no. Eso hace parte de nuestra perfección. En este mundo a veces aburrido, lo mejor es hablar, aunque sea sola, pero hablar sin parar y aprovechar cuando tenemos audiencia, hay que hablar, para eso sabemos tantas cosas, tenemos tanto que contar, tenemos miles de anécdotas y ejemplos. Cuando una mujer habla, muchas veces, lo hace con el corazón y cuando no, con su inteligencia y es para aconsejar, proponer, dar ideas y sermonear, aplicamos el amor y la inteligencia y eso nos hace perfectas.

Que las mujeres somos irritantes, que no tenemos remedio, que no tenemos término medio, también es cierto. Eso hace parte de nuestra perfección. ¿Irritantes por qué? ¿Porque les decimos cómo es hacer mejor las cosas? ¿Porque les enseñamos el orden?, ¿porque le contamos a todo el mundo los logros de nuestros hijos y esposo?, porque buscamos darles gusto en todo y sorprenderlos? ¿Porque insistimos en que sean mejores cada vez?, si eso es irritante, confieso que entonces lo soy y me creo perfecta porque lo hago con amor.

¿Que no tenemos remedio?, siquiera, porque mujeres calladas, ya lo decían por ahí, somos como una pistola con silenciador, que cuando disparamos acabamos con todo y es mejor no tener remedio, porque somos el tema preferido en conversaciones con amigos: “la cosas que hace mi mamá, lo que piensa mi esposa”, eso dicen sonriendo o no? ¡Ven somos perfectas!

Y tampoco tenemos término medio, o se hace bien o no se hace y les voy a decir por qué, es que las mujeres cuando nos enamoramos, cuando amamos, no tenemos termino medio, lo damos todo y si llegas a sentir eso, vas a estar agradecido de que alguien te ame de verdad y con los ojos del amor verán nuestra perfección.