El MIEDO A JUBILARSE

Y con razón, este es un tema que no todos asumimos con la misma actitud.

Jubilarse no es grato, pero salir jubiloso si lo es.

Me explico: cuando el pensionarse es obligatorio e inminente porque el tiempo se ajustó y la ley así lo exige, no es bueno.

Tampoco lo es, cuando llegado el tiempo, es la empresa la que lo exige y todavía nos sentimos con bríos, ganas y experiencia para seguir otro tiempo laborando.

Con razón ese miedo a salir a no hacer nada y a vivir de un salario que seguramente no alcanzará porque es menor a lo que se gana trabajando.

Así, el terror, el estrés, los nervios, el mal genio y la depresión se apoderan del candidato a jubilarse y se hace hasta lo

Imposible para no alcanzarlo.

Salir jubilado en esas condiciones equivale salir a envejecer sin esperanzas.

Jubilarse sin estar preparado, es echarse a morir y a estorbar en la casa, a convertirse en el “aviador” de la familia, vuele a comprar la leche, vuele a hacer el mercado, vuele a la farmacia etc. y así comienza una segunda vida sin alicientes.

Salir pensionado sin estar preparado sí causa miedo, pero tiene remedio.

Salir a descansar después de décadas de intenso trabajo es un regalo, es un premio, es recibir el diploma a tu compromiso, a la tarea bien hecha.

Es el pago que se recibe al sacrificio, a las madrugadas, al estrés vivido, a los buenos frutos entregados, al profesionalismo con el que trabajaste y el derecho a empezar a vivir el disfrute.

Salir así, no es salir jubilado, ES SALIR JUBILOSO.

Nada es gratis, te lo ganaste, lo trabajaste, lo ahorraste y es hora de disfrutarlo.

Pero para salir jubiloso hay que prepararse en todo sentido.

QUE HAY QUE HACER

Lo primero es añorarlo, pero no para salir a hacer nada, sino para seguir trabajando, pero en ti mismo, en tu salud, en tu familia, en tus amigos, en tu casa y a devolverle a la vida lo que tanto te dio.

Para disfrutar el estar jubiloso es importante concientizarse de que ahora el tiempo es propio, las decisiones son de uno, el futuro es nuestro y la responsabilidad ya no se delega.

Hay que pensar que para ser un buen JUBILOSO, debes haber planeado tu salida, pero no solo la tuya sino la de tu pareja si la tienes y la de tu familia si algunos viven contigo.

Hay que prepararse con anticipación, buscar saldar toda deuda que te quite tu salario nuevo de jubiloso, tener seguridad en la vivienda, con quien vas a vivir, en donde, bajo cuales condiciones, como será la movilidad, quien me protegerá más adelante.

Es saber qué ahorré, qué tengo y cuánto me va a durar. Es conocer si con lo que me retiré me alcanza o tengo quien me respalde.

Es tener presente mi estado de Salud y si tengo forma de estar asegurado en este tema.

Es saber que quienes están a tu lado, pareja, hijos y demás cercanos están bien o dependen de ti.

LA ACTITUD

Y hay mil cosas más en que pensar, pero si lo tienes resuelto y si manejas lo más importante: BUENA ACTITUD, adelante. No hay que tener miedo.

Y hablando de actitud, bien vale la pena recordar que es ésta la cuota inicial a la felicidad que viene, pues si la tienes positivamente nada será problema.

Pero si te jubilas para dormir hasta tarde, para no hacer nada, para engordar, para estorbar, para no bañarte si no cuando haya q salir y para mantenerte desarreglado, quédate trabajando si te lo permiten, porque no vas a ser feliz y vas a enfermar a quienes tienes a tu alrededor.

Prepararse para salir pensionado no es un cuento. Es algo serio y maravilloso.

Salir jubiloso es iniciar una nueva vida, la Segunda y última sí, pero la mejor porque estás lleno de experiencia, de conocimiento, de ganas de vivir y de disfrutar lo que antes no podías porque estabas forjando tu primera vida .

Nada de nervios, este es un estado como ninguno.

Si lo haces bien, tu agenda estará llena, por algo dicen que “no hay nadie más ocupado que un jubiloso” y es verdad, en mi caso, el tiempo no me alcanza, porque vivo ocupada en cosas maravillosas.

Cuando los hijos están lejos como en mi caso, visitarlos es lo máximo.

Si tienes nietos los puedes disfrutar. Si tienes a tus papás aún, es el momento para dedicarles lo mejor de tu tiempo. Si tienes forma de viajar lo puedes hacer a tu ritmo y sin afán.

Ya no hay responsabilidades ajenas, solo las tuyas y las de los tuyos, con tu salud, con tu belleza madura, con tus ganas de ir a cine, de asistir a las conferencias a las horas menos pensadas y sobre los temas que siempre quisiste escuchar y aprender y sobre todo a leer esos libros que en fila te esperaban en la mesa de noche.

Cultivar los amigos es esencial en la vida porque al final, será con ellos quienes más disfrutarás.

Tener “barras” de colegas, amigos del colegio, amigas vecinas, amigas para ir al cine, hermanas amigas, ex compañeras de trabajo para salir, amigas para jugar y en fin las que conformaste a lo largo de toda tu vida, serán al final de tu trabajo, el mejor plan para disfrutar la vida.

Yo, por ejemplo, tengo amigas de todas las antes enumeradas. Nos vemos en fechas y horas fijas, en algunas nos acompañas los esposos y en todas siempre hay temas interesantes para hablar y gozar.

CAMBIO DE VIDA

¿Que la vida te cambia? Claroooo y mucho.

Y los primeros días pueden ser una fantasía o un desastre, depende de cómo te hayas pensionado.

Es alucinante despertarse sin que suene el reloj, aunque sea a la misma hora de siempre pues el reloj biológico sigue funcionando un tiempo.

Es una sensación indescriptible desayunar y quedar libre para hacer lo que te venga en gana.

Es delicioso salir a hacer ejercicio físico en pareja bien temprano, para mantener en buen estado tu salud.

Es de muerte lenta mirar tu agenda y saber que todo lo que vas a hacer es disfrutar.

No podrás creer que vas a cine a las tres de la tarde, que visitarás a tus familiares que hacía días no veías, que acompañarás tus padres al médico, que te metiste a un programa de zumba, de aeróbicos, a un taller de pintura, que vas a conferencias sobre historia, que tus vacaciones no tienen límite, que tus viajes son sin afán, en fin, estás viviendo.

No hay que tener miedo de jubilarse. Si eres responsable y has planeado tu segunda vida, te animo a hacerlo, a pesar de que tus ingresos no serán los mismos, a pesar de que tus compañeros de trabajo te olvidaran, a pesar de que te sacaran de las bases de datos de donde antes eras invitada a todo. No importa, cambias trabajo por vida.

Haces nuevos amigos, pruebas nuevos estilos en el comer, en el vestir, en la manera de VIVIR  tu vida, en el compartir, en el disfrutar y en el gozar y con los días, serás tú quien ya no se acuerde sino de vivir.

Con el tiempo solo extrañarás las quincenas, pues tu pensión llega cada mes.

Dejar de trabajar porque saliste pensionado, es un muevo estado que disfrutarás si fuiste organizado. Solo así hablaremos del ESTAR JUBILOSO, NO JUBILADO