EL AMOR PROPIO NADIE NOS LO PISOTEA

 

El amor propio es intocable. Debe ser un principio de vida y hay que inculcárselo a las generaciones que tenemos a nuestro cargo.

No podemos permitir que nada y mucho menos nadie pisotee lo que somos, nos hiera en nuestro amor propio y quiera acabarnos, aquí si abuelos, a ayudar a nuestras hijas, nueras y yernos y a quienes nos lo pidan.

Lo más valioso que tenemos es nuestro ser, nuestra forma de ver la vida y la manera como nos sentimos con ella, lo que somos, los sueños que tenemos y como nos vemos, por ello, no podemos permitir que nos digan lo contrario o nos quieran moldear a imagen y semejanza de alguien.

HERIDAS Y MALTRATADAS

Muchas de mis amigas que por diferentes circunstancias se separaron, y aún las hijas de mis amigas que siendo jóvenes también se separaron, me han hablado de esa primera etapa en donde se sienten heridas y maltratadas en su amor propio y lo primero que hicieron fue maltratarse y darse más madera de la que ya tenían con la separación.

Muchas se acusaron a sí mismas de las causas del fracaso, se comenzaron a ver feas, gordas, viejas, y a compararse con la causa de su separación y lo peor, se daban la razón y acabaron empeorándose y ahora sí, viejas, feas, gordas, sin alicientes, así tuvieran hijos que cuidar, algunas tomaron el camino EQUIVOCADO y muchas salieron a delante, no sin antes tener que resucitar como el ave fénix.

Las separaciones, aunque dolorosas e indeseables, no son el fin del fin. En la mayoría de los casos es el comienzo de algo mejor, bien porque encontremos una persona mejor o bien porque decidamos permanecer solas, felices y empoderadas y si ese es el caso, ahí va mi cuento.

Señora separada, madre separada, abuelos separados, pero por encima de todo con la dignidad en alto.

EL AMOR PROPIO ES INTOCABLE

No podemos dejarnos caer. Nadie que nos haya herido merece nuestras lágrimas. Se vale llorar porque se murieron unas ilusiones, porque nos mataron un sueño, porque nos sentimos maltratados, porque se nos vino encima una responsabilidad inesperada, pero por eso mismo, hay que parar, limpiarnos las lagrimas y arremeter con energía el inicio de una nueva vida.

A todos les propongo cambiar de actitud, ponerse hermosos, mejorar la apariencia, cambiar el lenguaje por uno siempre positivo, vestirse mejor, evitar los amigos separados quejumbrosos, buscar los amigos que son felices.

El amor propio es el de uno, el propio, el que nos hace reconocernos, el que nos permite mirarnos y admirarnos, es el mío y nadie me lo quita, por eso cuando me lo tocan, grito, no acepto, y salgo adelante.

Valoremos lo que somos, amémonos y les prometo que los días dolorosos pasarán y el mundo será nuestro.

ES HORA DE EMPODERARNOS, NO DE LAMENTARNOS.