No fue mi idea. Tampoco de mi esposo, pero él si la aceptó porque la escuchó en el conversatorio que el Padre Jorge Mario Naranjo, hizo con Lina Hinestroza, un sábado de éstos.
Y me lo propuso: “¿Por qué no hacemos una ciber-ceremonia con los hijos y nietos y renovamos los votos matrimoniales?” Bruta yo, lo primero que le pregunté fue: “¿Y estás seguro de volverlo hacer?”. Sin dudarlo me dijo: “Claro, ahora es cuando.” Lloré, porque esa respuesta es amor.
Fue claro. Y me dijo: “Es un acto emotivo de renovación de amor, con los hijos como testigos. No importa cuántos años tengamos de casados, simplemente es la renovación de nuestra alianza con anillos incluidos”.
Pues bien, lo que siguió a la propuesta fue cómo hacerlo. Por cual aplicación, buscar la hora más conveniente para todos porque tenemos hijos en tres continentes diferentes.
Decidimos hacerla un sábado a las 5pm de Colombia, 8 am de domingo en Australia, 12 de la noche en España Y 6pm en Estados Unidos. Quedaba pendiente la tecnología y la invitación. Todo se resolvió fácil y esta fue la invitación:
Después, la cosa se puso seria. Era en serio. Tocó entonces hacer los preparativos, pero no de vestido, ni de comida, ni de peinado, ni de fiesta. Fue una reunión intima, en donde solo hubo esa sensación de amor, de entrega, de felicidad de estar todos juntos y de conocer, lo que, al cabo de los años, nuestros hijos pensaban de nosotros.
En cuanto a la tecnología, decidimos hacerlo por Zoom y para ello contamos con el apoyo del hijo mayor. Todo listo y puesto a las 5pm de Colombia, arrancó la reunión, uno a uno, fueron apareciendo con la pantalla, perfectamente arreglados, elegantes, expectantes y sonrientes. Los que tenían hijos, estuvieron con ellos.
Tomás, el menor de los nietos estuvo muy contento viendo a sus tíos y primos, pero a la media hora quedó profundo en los brazos de su mamá. Sebastián, escasamente se prestó para foto, porque prefirió jugar en su arenero. Mariadelmar, la nieta mayor, no se perdió nada. Fue la más atenta, se río, lloró emocionada cuando las palabras o los símbolos la conmovían.
Los que teníamos horario de tarde, teníamos vino y los que apenas se estaban levantando, brindaron con café, pero también hubo torta.
Fue un momento, diría yo, sublime.
Orlando fue el primero en hablar, les explicó la razón de la reunión y arrancó con lo que tenía preparado.
Solo les pasaré un resumen de lo que dijimos, pues fue una reunión larga.
…” Unidos hemos vivido y disfrutado, y seguimos disfrutando, todo lo hecho y lo que hacemos, actitud que se ha convertido en nuestra impronta personal, un “mantra” familiar.
Las raíces que sostienen nuestra pasión, nos han nutrido de admiración, respeto, comprensión, tolerancia, paciencia, aceptación y perdón; fuerza y riqueza del verdadero y único tesoro del amor.
Una vida así bien vale la pena seguirla viviendo, un matrimonio así no tiene más camino que la renovación, todos esos votos que nos unen y que hoy renovamos, con la mano de Dios y ante nuestra familia, serán para siempre fuente de inspiración y continuidad, la meta es el camino. ¡Acompáñame!, te amo muchísimo!”
Luego hablé yo, pero antes de hacer los votos les dije lo siguientes:
Quiero decirles a ustedes todos y a mis hijos, que en este tiempo nuevo de vida que empezamos hace 25 años, ustedes han sido la mejor versión de nosotros y nos sentimos orgullosos del deber cumplido, no solo en su crianza, sino en su formación.
Al verlos hoy juntos, sentimos que Dios nos premió porque pudimos entregarle al mundo, unos hijos con valores y con la inteligencia suficiente para formar sus propios hogares, con mujeres y hombre maravillosos que se les parecen y les han ayudado a crecer. Y a nuestra Lupita, le dio la inteligencia, la confianza y la valentía para realizar su sueño.
Capítulo aparte merecen Mariadelmar, Sebastián y Tomás, ellos con su llegada, le dieron un mayor sentido a nuestras vidas y nos dieron el mejor título que hoy ostentamos con orgullo: el de abuelos
Parte de mis votos:
…” Estar juntos en este encierro maravilloso, creo que logró sacar lo mejor de cada uno de nosotros. Aprendimos a estar en silencio, pero también a compartir y a reírnos a carcajadas cuando la ocasión lo ameritó, compartimos con quienes lo necesitaban, hicimos del cine una experiencia enriquecedora, aprendimos cocinar y a no desperdiciar nada, sembrar y a recoger, a entendernos y a disfrutar estar juntos, al punto que ya no nos importa si hay que salir o no.
Prometo sacar más tiempo para leer más libros en compañía, para seguir rezando juntos, para acompañarnos hasta que Dios se acuerde de nosotros y como dice Juanes, desde que esté contigo, “que si me muero sea de amor…”.
Lo que siguió después fue hermoso porque cada hijo expresó lo que sentía y como nos veían. Pero más que dirigirse a mí, mis tres hijos mayores le hablaron fue a Orlando, “al papá”, como le dicen. Le expresaron no solo su amor, y admiración sino su agradecimiento desde alma por ayudarles a ser lo que son hoy.
Fueron casi dos horas con nosotros y luego otra más entre ellos, recordado viejos tiempos y gozándose las experiencias y vivencias.
Para nosotros fue un acto de renovación de amor, de reafirmarnos en nuestra admiración mutua, de saber que no nos habíamos equivocado y de agradecimiento a Dios por darnos esta familia. Quedamos, como ellos mismos lo dijeron con el alma llena.
…
Hermoso !! Si yo quede con el alma llena con este texto cómo sería ustedes. Que historia más hermosa, y que vida y que pareja tan bonita. Que sean muchos años más, juntos y felices, porque son ejemplo para muchos, y ahí me cuento.
Mi Maria, gracias, gracias, gracias por compartir este momento tan bello, en estos momentos leerte es reconfortante e inspirador. Abrazos y muchss bendiciones.
Me emocione hasta las lagrimas con esta hermosa celebración , los amo😍
Definitivamente me conmovió! Que celebración tan hermosa! Muchísimas felicitaciones en su aniversario, son una pareja y una familia espectacular, doy fe. Queridos compadres que Dios les permita compartir largos años rodeados de tanto amor, y ojalá estemos a su lado. Un fuerte abrazo!!
Muy hermoso todo ese acto de renovación de votos. Los felicito, los admiro y los quiero mucho. Que Dios los siga llenando de bendiciones, solo se merecen lo mejor, son un ejemplo de vida.
Deber cumplido por parte de ustedes, lo han hecho muy bien 👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼👍👍👍🙏🏽🙏🏽🙏🏽🙏🏽🙏🏽🙏🏽🙏🏽
María y Orlando un abrazo grande y ese acto de amor en familia muestra lo que ustedes son dos personas muy especiales los quiero mucho a los dos 😘😘😘
Orlando y María, simplemente llore.. Llore de alegría por tener la fortuna, de haberlos conocido y de ser beneficiaria de su amor, y sus valores, que han sabido irradiar en su descendencia. Los quiero muchísimo, felicitaciones
Construimos sueños y trazamos nortes, vivimos experiencias de todo tipo, conquistamos grandes y pequeños logros; escribiendo así el voluminoso diario y álbum de una maravillosa historia de amor.
La familia en un gran proyecto y gran regalo de Dios. Es lindo y reconfortante tenerlos cerca de mí corazón porque me han proyectado al tenerlos cerca momentos maravillosos y ejemplares, con armonía, alegría, generosidad y amor.
Los felicito por esa bella unión y Dios les siga dando sabiduría para continuar UNIDOS y dejando huellas hermosas.
Que celebración tan hermosa!!! Y tan guardada que la tenían. Muchas felicitaciones, son una pareja excepcional, alegre, inteligente y con el don de servir a los demás. Que sean muchos años más de vida juntos y llenos de amor. Los quiero hasta el infinito. 💝💝
admiración por tus palabras y por tu compromiso y el de Orlando !!años felices para los dos y sus bellos hijos nietos!!!🤩🤩💐💐💐💐💐
Hermoso, emocionante! Leyéndote estuve ahí con ustedes compartiendo ese mágico momento!
Dios seguirá bendiciendo esa unión…ustedes son un admirable ejemplo y nos contagian de su armonía a quienes Tenemos el privilegio de conocerlos.
Felicitaciones y abrazo inmenso!