Ser abuelos hoy por hoy no es siempre fácil, pues hay tantos factores que han cambiado y aunque hayamos crecido con nuestros hijos, la tecnología, el mundo, los medios de comunicación, etc., nos agobian a veces con tanta información, con tanta facilidad para acceder y encontrar todo, que a muchos nos paraliza, otros prefieren dejar así y los otros nos arriesgamos.
Pues bien, cuando tuvimos nuestros hijos la mayoría, y en eso ustedes me darán la razón, pensamos en que fueran mejores que nosotros en todo, que nos heredaran lo bueno, pero que fueran del mundo. Y trabajamos en ello.
Cuando se pudo, les dimos la educación en buenos colegios y los animamos a que hicieran parte de comunidades en donde pudieran expander sus conocimientos y hacer amigos, hicimos esfuerzos y los enviamos a intercambios y muchos de ellos se trazaron metas de estudiar en el exterior bien con una beca ganada por ser buenos estudiante o bien porque como padres los apoyamos.
Y crecieron. Y se fueron. Y trabajan en el exterior y obviamente hicieron su vida lejos de nosotros. Y formaron su hogar y ahora tienen a nuestros nietos. Lejos de nosotros, pero cerca a la vez porque la tecnología nos lo permite
Por eso digo que nuestros nietos son del mundo, y si queremos tenerlos debemos buscarlos donde quieran que estén.
Pero esto también aplica para quienes los tenemos cerca. Normalmente nos llaman por teléfono y si los queremos ver a diario hay que utilizar la tecnología. Y aquí va mi cuento, nos tocó crecer con los nietos, buscarlos si queremos verlos, llamarlos para que nos tengan presente y la mejor forma es utilizando lo que ellos saben manejar de maravilla: la tecnología, el wifi, el internet, el face time, el Facebook y todo lo que se le parezca.
Nos tocó aprender a manejar los teléfonos inteligentes, nos tocó tener computador y con ellos aprender a manejarlos y a disfrutar ahora sí, de esos enanos que son nuestro postre en la vida.
Los invito a no tenerle miedo a la tecnología, al principio duele, duele porque nos da más dificultad, no porque hagan daño, pero una vez aprendemos, ya verán que no vamos a querer soltarlos y qué mejor que esta tecnología para acercarnos a ellos.
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