¿Familias divididas en Navidad?

Siempre habrá una excusa para sacar cuando se trata de hacer las paces, que es que aquel me dijo, aquella se quedó con lo que me pertenecía, es que no la puedo ni ver y así mil cosas más.

¿Estamos hablando de líos entre la familia, entre los hermanos, los tíos, cuñados etc., y saben quién paga esa desunión? NOSOTROS LOS ABUELOS, NOSOTROS LOS PAPÁS!!!

Ya a estas alturas de la vida normalmente los abuelos y papás estamos solos y lo único que queremos es que los hijos, nietos, nueras, yernos, hermanos y en general la familia , se reúna en torno a nosotros, pero cuando eso no pasa porque hay peleas o encontrones fuertes, quienes terminamos frustrados somos nosotros porque la familia si fue, pero dividida, solo fueron unos y nosotros los queríamos a todos.

No saben ustedes hijos, lo doloroso que nos resulta cuando no hay amor entre todos.
Familias divididas en Navidad
Aunque soy una bendecida porque mi familia es gallinita con pollitos y somos muchos y todos juntos, sé, de muchas de mis colegas abuelas, que por esta época es cuando más sienten la soledad porque su familia está peleada unos con otros.

Esas peleas se dan normalmente por dinero, por herencias o por desavenencias entre hermanos.

Nada más duro para una mamá que ese desamor, qué angustia causan esas separaciones y lo peor es que ustedes ni cuenta se dan.

Mi invitación ahora, es a qué si ustedes tienen situaciones de esas en sus familias, reflexionen y aprovechen esta época de navidad para acercarse los unos a los otros

En navidad no  puede existir una excusa entendible para que uno no asista a estas celebraciones y peor aún, es dejar colgando a esas personas a las que uno le debe la vida y  las que siempre nos amarán a pesar de las decepciones que les causamos.

No entiendo y en esto ustedes pueden saber más , como con todo lo que nos han dado, con la educación que nos dieron y con el conocimiento que tenemos somos capaces de seguir cultivando el odio y el rencor  entre la familia.

Ya somos viejos, deberíamos vivir lo poco o mucho que nos resta de vida con felicidad.

El rencor y el odio, mal forma, daña, desfigura, llena el corazón de angustias y enferma, con la gravedad de que quien odia es el que sufre, porque el que es sujeto de nuestro odio, ni se entera y si lo sabe ni les importa.

Nada en este mundo es más importante que el amor y la familia, así haya dentro de ella personas que nos dañaron.

No se vale que por nimiedades, tengamos que dejar a los padres y abuelos desengañados,  o  peor aún, sufriendo en silencio o a gritos por la terquedad y falta de humildad.

A estas  edades que ya tenemos, no puede existir a nuestro alrededor nada más que felicidad, porque la muerte es puerca y viene y te lleva y saben qué? No puedes llevarte nada al otro mundo y lo que no hiciste en vida ni a tus hijos les quedara con tu muerte.

La herencia que les dejarán será ese odio y rencor que alimentaste toda la vida.

Marquemos ejemplo, parémonos en los rencores y veremos Florecer la vida y la de tus seres queridos: abuelos, esposa, hijos y nietos. Modelemos con el ejemplo.

Seamos capaces de darle a la familia en esta navidad, el regalo de la reconciliación que tanta falta nos hace.

No alimentemos el rencor, tengamos la altura de perdonar, de seguir adelante y de reunirnos todos alrededor de los seres quemas nos aman.