Como diría mi mamá, Dios los bendiga.
Y yo también los bendigo porque resultaron ser el mejor espacio para vernos, hablar, desahogarnos, reírnos a rienda suelta y gozar la vida.
Para que los sepan, y si no los tienen, es hora de crearlos. Los costureros están de moda.
Pero paradójicamente no es un costurero para coser, eso es lo que menos hacemos, aunque algunas lo hacen y súper bien, pero en mi caso llevo dos años tratando de hacer algo y en cada reunión, siempre se me olvida llevar la costura, lo que supone que jamás la acabaré. Estoy como Penélope la de Odiseo, en la Odisea, de Homero, con la diferencia de que ya tengo mi guerrero al lado.
Esos costureros de hoy son entre otros, consultorios psicológicos, ginecológicos, del corazón, financieros, pero también son escuelas de humor, de juegos, de costura, de apuestas, de sarcasmo e ironía, de burlas y de chistes, casi todos verdes e incontables y tienen lo más precioso, saben cultivar, no solo plantas sino las buenas amistades.
En los costureros de hoy, casi todas o todos, son jubilosos, solo hay espacio para reírse, ponerse sobrenombres, gozarse a la que no entendió, sacarle pelos a cuanto comentario se haga. Ahora, sirven también para dar consejos en temas de modas, de estilos de vida, y son además agencias de viaje y mil cosas más, todas enfocadas al disfrute.
Si bien los costureros siempre han existido, la pandemia los reactivó, primero, virtualmente, pues nos llamábamos a consultar recetas, cortes de cabello, puntadas de costuras, consejos para sobrellevar la soledad, consejos para saber que hacer con un esposo todo el día en la casa y así mil cosas más, pero cuando pasó un poco el susto del contagio y se nos dio la oportunidad de salir y reunirnos y se volvieron presenciales, no solo aumentaron en numero de socios, sino de modalidades y de grupos.
Pero definitivamente lo que movió a que las abuelas cambiáramos de estilo de vida, fue la pandemia porque los nietos no volvieron, no les dejaban visitarnos por temor al contagio, por la edad y porque éramos la población más sensible y cuando ya se dio un poco de amplitud en la presencialidad, pues no volvieron, Casi no van a visitarnos porque ellos, si que se acostumbraron a la virtualidad. Total, salimos perdiendo la frecuencia de visitas de los nietos, pero ganamos en cambios de vida social y en amistades.
Tener a los papás de nuestros nietos, trabajando en casa, nos dio la libertad de tener mas tiempo libre, pues quienes cuidaban nietos todo el día, ya apenas los ven y los que los veíamos a ratos, también mermaron en visitas, pero cuando nos vemos los disfrutamos. Por ello y mil razones más, ahora nos dedicamos a hacer una vida social que nos ha llevado a disfrutar con los amigos, sin dejar de amar a la familia.
Las abuelas normalmente no visitamos los psicólogos, porque a veces eso somos y en los costureros nos acostumbramos a desnudar el alma en sesiones de diez o mas personas que pasan por lo mismo y los consejos y recomendaciones van y vienen, normalmente atinados porque como se dice, la experiencia no se improvisa.
Estar casi dos años con el pelo canoso, sin un buen corte de pelo, sin quien nos hiciera la manicure y pedicure, nos obligó a aprender a través de las redes cómo hacerlo y de paso, antojarnos por cambiar de estilo.
Pero hacerlo sola no era tan bueno, como cuando recibes las opiniones de las demás, despiertas la envidia sana e invitas o retas a las demás a cambiar. La primera que se arriesga impone el estilo y se va mejorando entre las demás, sin que eso despierte envidias o peleas, por el contrario, es puro disfrute.
Son consultorios amorosos o del corazón, porque se comparten hasta las mas intimas intimidades (valga la redundancia) y no solo salen respuestas, sino que las carcajadas se oyen en todo el vecindario.
Ya las recetas que nos dimos por internet están tan probadas, que invitamos sin ningún temor a hacer los costureros en nuestra casa, para chicanear con lo que aprendimos y recibir mejoras a la misma o aplausos por lo buena y superada que quedó.
Un costurero es un centro de asesoría financiera, todas con ahorros, saben donde dan las mejores tasas, cuan es el mejor banco, o la mejor entidad financiera para invertir, así como elevan unas, acaban con otras, que ni para que les cuento. Conocen cual es el mejor banco, cual tiene mas cajeros, cual es el peor y en cual ni de vaina vayamos a invertir.
De política la tienen clara, todas a una con el mismo candidato y tienen mil razones para hacerlo, en este tema no hay disparidad, al igual que en la religión, pues casi todas son confesas de una u otra, pero se respetan y cuando hay un buen chiste, lo echan sin consideración, pero nadie se molesta.
Para poner sobrenombres están hechas y para contar chistes las mejores. Pero lo que más impera hoy en día, es la consejería en cambio de looks y estilos de vida. Todas elegantes, pero cómodas, las mas bonitas, modernas, pero acomodadas a la edad. Los cabellos cortos con tintes modernos, iluminaciones atrevidas y hay otras que dieron la vuelta y se modernizaron de tal forma que causaron alegría porque se ven jóvenes, bonitas y sobre todo porque se están robando las gominas y el gel de los nietos.
Este ambiente de los costureros donde no se cose, donde se toma café y se cambia luego por vino, donde a las seis de la tarde llegan los esposos y donde una día fijo a la semana nos vemos con quienes queremos, son el mejor momento de disfrute y quienes tenemos mas de uno y mantenemos la semana ocupada, damos fe de que, aunque no son obligatorios en su asistencia, casi que hay que llevar excusa cuando faltamos, porque son el espacio ideal para vivir ratos de felicidad, por eso, que ¡Vivan los
Me encanta leerla. Todo llega a mi corazón. Siempre me deja una sonrisa. Mi Abrazo
Viky me encanta cada una de tus columnas y me llega al alma
Y en esta columna todo es así los costureros son lo mejor
Un abrazo
Viky totalmente de acuerdo. Los costureros son una bendición tanto que a veces se tienen varios y ya no alcanza el tiempo.
Totalmente de acuerdo es la mejor excusa para reunirnos y compartir
Tu escrito me lleva a pensar que en los costureros actuales:
× se entretejen lss historias conjuntas
× se remiendan corazones rotos
× se anudan sentimientos que crean el «nosotros»
× se enmallan valores con principios y se crea cultura
× se enhebran las tramas y las urdimbres de los sueños con las esperanzas colectivas
Un abrazo!!
Buen punto,es verdad son espacios agradables y reconfortantes .