Después de 20, 30, 40 ,50 y más años de casados, todo cambia. Nos cambia el físico, el modo de ser, la espiritualidad, la vida y por supuesto la convivencia en pareja.
El físico se cambia y es bueno cuando nos hemos cuidado, pues entramos en esa edad madura, llena de experiencia y de saberes que nos hacen lucir mejor. Ya no seguimos creciendo sino decreciendo, cuando nuestros huesos suenas es porque estamos crujientes y nos resistimos a entregamos a la muerte por las buenas.
El modo de ser nos cambia. Ya no estamos apurados, ni vivimos a las carreras, nos volvimos más pacientes, aprendimos a escuchar, nos aterran los gritos, nos incomodan las peleas, entendemos a las personas, aprendemos a perdonar, no cargamos nada que nos estorbe y así sucesivamente.
La espiritualidad, que la teníamos guardadita en un rincón del alma, renace. Ya tenemos a Dios a pedir de boca, o bien para pedirle o bien para agradecerle. Cada uno con su creencia agradece y pide al ser superior que lleva en su alma y si es ateo, pues también le agradece a Dios de serlo.
Y la vida de pareja, esa sí que cambia y ese es mi tema de hoy. Tenemos que volver por los fueros, tenemos que rescatarnos y salir de esa modorra o monotonía que a veces nos hace ser lo que no éramos.
Llevar tantos años de casados, de relaciones o de vivir juntos, nos hace coger confianza y perder lo bueno, lo que nos enamoró, lo que nos movió a vivir juntos una vida entera, a formar una familia y a tener un hogar. Y es claro, la luna de miel no dura tantos años, esa termina cuando llega el primer hijo y luego el segundo y el tercero o hasta el cuarto, y ya el enfoque de la pareja es en trabajar para poder sacar adelante ese batallón y toda la energía la enfocamos en ellos, en los hijos. ¿Y la pareja?, bien ahí está.
Pero los años siguen pasando y uno se va sintiendo más acompañado en todas las luchas. Tener a la pareja al lado nos da confianza y seguridad. Sabemos que ahí está para las que sean y un cariñito y muestra de amor de vez en cuando va llenando ese vacío que se va sintiendo, porque los hijos crecieron y decidieron irse y al cabo de 25 años, estas solo y ad- portas de jubilarte ¿y tu pareja? Bien ahí está.
Y es verdad, la pareja ahí está tranquila, sin molestar, mas serena, mas madura, mas sabia, mas amigo, mas compinche y envejeciendo juntos sin problemas graves.
Pero la vida sigue corriendo y ya jubilosos, disfrutando de la vida que nos merecíamos porque la trabajamos, el enfoque se centra en hacer lo que soñábamos cuando tuviéramos la forma, el dinero y el tiempo. Y eso llegó, con achaques y todo, pero llegó y sí, vienen los viajes, las vistas a los hijos, el conocer el mundo, los nietos y todo vuelve a centrarse en lo material ¿y la pareja? Bien, ahí está, pero ya decimos: ahí está gracias a Dios.
Y como todo cambia, ambos tenemos amigos, ambos queremos espacio para estar con ellos y disfrutar jugando cartas, en costureros y también disfrutándolos en compañía, pero ¿y los dos qué? Bien, Ahí estamos Gracias a Dios.
Ahora hablamos de los dos.
Me decía un amigo, que él tiene un grupo de mujeres amigas con la que sale mensualmente a tomarse un café y cuando él les pregunta por sus esposos las respuestas lo dejan pensando: “ahí está, mas sordo que nunca, ahí leyendo y ni cuenta se da de que salí, ahí está viendo televisión o revisando cuentas, ahí está más molesto que nunca, o tengo el santísimo expuesto” y eso lo desconcierta, pues son mujeres casadas desde hace más de 30 años.
Igual pasa cuando se reúnen los hombres: ¿y qué hay de tu mujer?, ahí esta esa fiera, ahí esta jodiendo más que nunca, ahí está enloquecida cuidando los nietos, ahí está buscando que hacer y a quien darle un golpe, ahí está …. pero está hablando de su esposa, de la mujer que escogió para que fuera su compañera de vida y ya llevan más de 30 años.
Por eso, no podemos dejarnos caer en esa tentación de la monotonía, en ese vaivén de la vida de casados, en esa vida sin alicientes, en esa vida que nos harta a unos y a otros y que termina reflejada en la familia. No. Debemos dar el ejemplo y si no somos una pareja amorosa, vamos a rescatar a una nuestra pareja. No importa quien lo haga primero o lo proponga, ya nos falta muy poco por vivir juntos y qué mejor que volver a vivir como pareja.
Devolvámonos en el tiempo y pensemos por qué nos enamoramos de nuestra pareja, qué fue lo que nos gustó, qué nos hizo tomar la decisión de casarnos o de vivir juntos y formar una familia. Rescatemos en compañía ese ayer y respondamos juntos esas preguntas.
Recordemos como nos afanábamos para llegar a la casa después del trabajo y poder abrazar y besar a nuestra pareja, cómo juntos preparábamos la comida, cómo juntos construimos esa enorme casa que ahora está vacía y llena de recuerdos.
Recordemos esa sensación de felicidad que nos daba vernos, ese cariño que teníamos para tratarnos, acordémonos de ese caballero que abría la puerta del carro para que subiéramos o para que te bajaras de él, del beso de buenas noches y el te amo antes de acostarte, del abrazo fuerte y cálido cuando llegabas de trabajar, del amor para tratarte, de la especialidad para correrte la silla cuando entraban al restaurante, de la delicadeza con la que te trataba, al dejarte escoger de primero el plato que querías comer y así miles de recuerdos.
Ahora que estamos solos, se vale volver por lo mismo. Salir al cine y comer crispetas para ver una película romántica de esas que no hay que pensar, de ir a comer juntos, sin sentarse cada uno al frente del otro con el celular en la mano mirando chats y sin hablar.
Qué mejor que salir de viaje a conocer esos lugares que soñábamos, Salir a caminar de la mano, sin importar nada más que tu pareja.
Se vale abrazarse mucho, decirse que se ama, agradecer juntos por la vida que tienen, los hijos que formaron, la felicidad que disfrutan. Se vale rescatar a la pareja para seguir teniendo una vida como al principio y sin afugias, solos los dos, llenos de amor y respeto el uno por el otro.
Y no hablo de pasión, pues el amor a nuestra edad se transforma y nos inventamos muchas formas de amarnos, pues envejecer juntos es amarnos sordos o medio sordos, quejosos o no, reírnos de nuestros dolores, de la falta de memoria, de acompañarnos mutuamente al médico, de cuidarnos cuando nos enfermamos. Rescatar a nuestra pareja implica ahora, salir a caminar de la mano, besarse al saludarse y recobrar esa vida de pareja que nos hizo y nos seguirá haciendo felices si así lo decidimos. Rescatar nuestra pareja es no hablar mal el uno del otro con los demás, por el contrario, es chicanear con el ser que escogiste para compartir tu vida y demostrarlo.
Que invitación tan buena y oportuna, en esto es que debemos centrar nuestras vidas después de pasar esa barrera del medio siglo de vida (aunque siempre debería ser así), y mas aún cuando ya los hijos no están bajo el mismo techo.
Esto que recomiendas en este blog de hoy, es lo que nos puede brindar mejor CALIDAD DE VIDA.
GRACIAS Vicky!!!
Que agradable es leerte. Comparto cada palabra de tu escrito. Es maravilloso vivir en pareja, disfrutar los cambios, el crecer y estar el uno para el otro. Caminar por la vida de la mano… En fin, una bendición!
felicitaciones y Muchos años más de felicidad y de lindos momentos junto a tu maravilloso marido !!!
Que lindas palabras y sentimientos, con el transcurrir de los años la pareja tiene especial relevancia, a cuidarla, amarla y respetarla
Gracias Maria
Excelente como de costumbre!!! Un abrazo muy fuerte mi querida Maria V❣️
Algo muy importante para leer, practicar y compartir. (El link me lo envió Rosalba).
Después de haber construido un legado y cuando ya disfrutamos los hijos en su adultez, todas las virtudes fortalecidas nos hacen vivir y disfrutar un noviazgo excelso, ideal.
Buena reflexión así debería ser el final de todos con las parejas .
Buena reflexión así debería ser el final de todas las parejas
Mi gerente preferida, como todos los relatos, fantásticos y llenos de realidad.
Soy testigo por muchos años de la hermosa pareja que son.
Fuerte abrazo para ambos.
Saludos!!
Vicky qué palabras tan bellas y tan ciertas sobre lo que es una relación de pareja, después de años y años y que buenos consejos das, me hiciste reflexionar …
A disfrutar y a bendecir todos estos años al lado de nuestras bellas parejas QUE SIEMPRE ESTÁN AHÍ A NUESTRO LADO
Gracias gracias
Espero continuar leyendo tu block me ha parecido excelente