Yo aquí pensando: ¿Y será que lo que necesitamos es una alcaldesa?

Todos sabemos que cuando nos equivocamos, eso da un sentimiento de impotencia, de rabia y de frustración, pues bien, eso es lo que estamos sintiendo hoy los habitantes de Medellín y a eso súmale, la desesperanza, la falta de confianza y el desengaño que tenemos por los políticos y en especial por los políticos jóvenes e inmaduros.

Que pesar, pero veo que ellos van a pagar las consecuencias, pues me pregunto: Hoy en día en Medellín, ¿Quién votaría por otro joven para que sea su alcalde? A poquitos…

Este lunes 19 de abril desde las 10.15 am, escuché por Caracol una entrevista que le hicieron al alcalde y ¡oh pena ajena!, que pena con el país y que pesar de nosotros. No atinó una. Siempre como corcho en remolino, echándole la culpa al Gea y al empresariado paisa, él es el redentor. Qué vaina, me sentí mal por él, por su desconocimiento, su falta de criterio, de argumentos y de liderazgo.

Sentir la frustración por un gobernante, es sentirse impotente, pero, a hoy, ya vemos una luz al final del túnel, ya se aprobó la revocatoria. Hay que seguir todos los pasos, aunque eso puede durar otros meses. Llevamos un año largo, lleno de errores, de desaciertos, de retos empujados por el odio, de menosprecio por nuestra raza, de menosprecio por nuestros valores, de menosprecio por lo que somos y representamos.

Yo veo noticias, escucho noticieros, leo los twitteres, recibo miles de notas y artículos desde los miles de chats o WhatsApp que tengo y solo veo todo en contra del alcalde Quintero. Hasta ahora nada bueno le he podido encontrar y les juro que lo he buscado, solo me faltaría hablar con él para ver si tiene algo bueno, pero quienes ya lo han hecho me han dicho que es irrespetuoso, arrogante y convencido de que va bien, sus áulicos así lo tienen para no perder la chanfa.

Es frustrante ver a Quintero dar traspiés y tras traspiés, y es que no da una buena. Parece que todos los planetas se le desalinearon para que solo cometiera equivocaciones y para que nosotros los ciudadanos siguiéramos perdiendo la fe en los políticos y la credibilidad en ellos.

Yo no voté por él, porque no sabía quién era y no me digné a buscar más información sobre él, porque yo ya tenía listo por quien votar, también joven, pero con experiencia y conocía de cerca sus raíces, pero quedó de volver, porque no le alcanzó. Cuando ya supe que Quintero había ganado, emití mi opinión de una: “se ve joven, pero a lo mejor lo haga bien”. Cuan perdida estaba yo. Y agregué, hay que darles oportunidad a los muchachos de hoy, que ya con 23 años son doctores, tienen, maestrías, especializaciones etc., a lo mejor nos salga bueno. Otro error de pensamiento, pues esperaba confiada en que fuera el paradigma de los jóvenes y por ende de Medellín.

Que frustración tan grande tengo hoy y no solo por el alcalde que no da una, sino porque él está arrastrando a los jóvenes. He escuchado a muchas personas decir, “eso pasa por votar por jóvenes, no pueden y no saben gobernar, les falta experiencia”. Verdad o no, los está arrastrando. Hay quienes están perdiendo la fe en la juventud capaz, por culpa de uno que los está haciendo quedar mal.

Veo, oigo y escucho a Quintero por los diferentes medios y concluyo, que el pobre no tiene sino poder, poder que le dieron los que por él votaron, confiando en sus propuestas y su supuesto liderazgo. Esperamos que hoy ese poder que le fue otorgado, se le devuelva a quien no se le suba a la cabeza, sino que lo sepa manejar.

Pero aparte de todo lo anterior, díganme abuelas qué estamos haciendo para que este alcalde no se salga con la suya y acabe con Medellín, ¿Quién de ustedes, aparte de hablarlo en privado, lo ha hecho público?

Abuelas, somos muchas y todas muy bien conectadas. Tenemos poder, tenemos inteligencia, no somos las más viejas, tenemos redes, nietos, sobrinos y amigos, tenemos forma de comunicarnos, ¿Qué esperamos pues para ayudar a quienes están luchando por revocatoria?, ¿Cómo podemos ayudar?, pues haciendo público sus errores, denunciando por las redes sus equivocaciones y apoyando todo lo que tenga que ver con la revocatoria.

No permitamos que nuestra juventud también se vea frustrada por falta de oportunidades y por malos ejemplos como éstos.

¿Cuántos de ustedes tienen nietos e hijos que aspiran a ser buenos gobernantes? No permitamos que, por un mal ejemplo, haga perder la fe y la esperanza en nuestros jóvenes.

Actuemos que para eso tenemos redes sociales. ¡QUIETAS Y CALLADAS NO! ¿O acaso, lo que estamos necesitando es una buena alcaldesa?

¿Acaso lo que estamos necesitando, es tener una mujer al frente de los destinos de Medellín? Una mujer, capaz, inteligente, que ordene el desastre que dejará este alcalde, que tenga clara la dimensión de nuestra ciudad, que sepa gobernar con respeto por sus ciudadanos, que conozca y sepa qué son las alianzas, que le dé oportunidad a los jóvenes y que tenga ese corazón paisa, tesonero y verraco.

No nos de miedo revocar, no nos de miedo firmar, no nos de miedo salir a votar cuando sea el momento, no seamos pesimistas y, sobre todo, seamos activas, empoderémonos de lo que hay que hacer. ¡Podemos hacerlo!