Hoy es Navidad y para el mundo es felicidad, para todos es alegría, encuentros regalos, comida en abundancia, amigos por ver, familia por saludar. Pero no ha de faltar el Grinch.
Para quienes no lo saben, el Grinch es el personaje que odia la Navidad y hace hasta lo imposible para que este día sea un desastre. Hace todo tipo de cosas que lleven a dañar la unidad familiar.
Y este personaje era así, porque de chico tuvo muchas carencias, no sólo físicas, sino también sentimentales. Le faltó comida y también amor, perdió lo que más quería siendo chico un día de Navidad y de ahí en adelante la odió.
Jamás perdonó al mundo la falta de oportunidades que no le dieron y no perdonó a quienes le fallaron.
Por eso, hace toda clase de maldades para convertir una reunión familiar en una sola pelea y dice la leyenda, que impedía que Santa Claus llegara a tiempo con los regalos.
El Grinch como muchos de nosotros busca dividir y restar. Se le olvidó sumar.
Y como el Grinch puede que haya algunos en nuestras familias que alimentan odio y rencor, que dañan cualquier reunión con comentarios inútiles con la sola intención de dañar.
También hay Grinches que por alguna razón pelearon con la familia y se quedaron en esa pelea. Pasaron los años y nunca buscaron acercarse o intentaron dar o recibir el perdón, solo alimentaron por años ese deseo de vengarse y ese odio hacia las personas o hacia alguien en particular y prefirieron estar solos a perdonar.
¿Y saben qué? Se quedaron ahí y no saben que, quien es sujeto de su odio, ni siquiera está enterado. Se quedó rumiando su rencor hacia alguien y no se ha dado cuenta que el único que sufre es él porque se quedó solo, porque nadie sabe a ciencia cierta qué le pasó y cuando se le pregunta dice que es mejor estar solo y que lo disfruta, pero no es verdad, en su soledad sufre y se siente abandonado, pero insiste en quedarse así antes que salir a hablar y a buscar el perdonarse.
Como hoy es Navidad, que mejor día para reencontrarse con aquellos a quienes no vemos hace años, a aquellos a quienes les dejamos de hablar por alguna tontería, a ver de nuevo al hermano que te ofendió y nunca supo a ciencia cierta por qué lo odiaste. Qué mejor momento que la Navidad para perdonarse, para hacer esa llamada que te mueres por hacer pero que el orgullo no te deja.
Hoy es el día perfecto para llenarnos de valor y hacer esa llamada o aparecerse de sorpresa. Verás que vas a ser recibido con alegría y amor y nadie te preguntará nada, solo te abrazarán más.
Que sea la Navidad la excusa perfecta para perdonarnos y reiniciar una vida de familia unida, amorosa y en paz. Al fin y al cabo la familia es la única que sabe aceptarte como eres.
Dejemos hoy las ganas de hacer chismes e indisponer y unamos en un abrazo que nos permita ser felices pues un Niño Dios nació en un día como hoy hace 2021 años y por él, es que celebramos la Navidad.
PD: Quiero que cada uno de ustedes sienta mi abrazo agradecido lleno de cariño y de deseos buenos por su salud y bienestar. Celebremos con alegría, pero con cuidado pues aún está pandemia no da tregua. ¡Feliz Navidad!
Feliz navidad para ti y tu querida familia!!
Linda reflexión, ojalá los Grinch no se hagan presentes ni hoy, ni nunca.
Feliz navidad para todos. Tqm
Me encantan tus escritos llenan el corazón de cosas maravillosas y grandes aprendizajes. Feliz Navidad para ti y tu familia. Dios los bendiga.