¡Es incalculable!

Y aunque nadie experimenta por cabeza ajena y haya mil dichos acerca de la experiencia, en lo que si estamos todos de acuerdo es en que la experiencia vale oro, es poderosa, tiene gran valor y no improvisa.

Las personas con experiencia, en casi todo el mundo son personas respetables, grandes señores y matronas destacadas a quienes se escucha con respeto y se acatan sus ideas o si se discuten, se hacen de tal manera que quien las recibe, también lo hace con respeto y cede.

En países desarrollados a la gente con experiencia se le da puesto de honor, se les dan consideraciones especiales, no son tratados como estorbos y menos como personas desechables, desde que estén en sus cabales y hayan sido lideres, eso no se les quita, pero si son enfermos o tienen alguna otra condición, el trato es mejor y con mayor consideración.

Pero aquí en nuestra tierrita, ser mayor de edad, tener canas, haber sido de una empresa así haya sido el CEO, el mandamás, el presidente, el gerente, el director, ya se le mira con otros ojos, con indiferencia, como estorbo, como ya se le pasó el cuarto de hora, ya no se tienen en cuenta sus opiniones porque son viejas como ellos y en fin mil comentarios más que resultan ofensivos para algunos, pero para otros son insulsos.

Ese es el caso de mi artículo de hoy. Tengo a mi alrededor un grupo de muchachos de mi edad , que siempre fueron lideres, que son vitales, experimentados, valiosos, conocedores y yo diría que hasta sabios, que quieren recuperar para este departamento el poderío del deporte Antioqueño, ahora mermado, mal manejado, mal apoyado, sin dolientes fuertes, con deportistas maravillosos, pero solos, a quienes les toca venderse a otras regiones para poder conseguir el apoyo y el triunfo y que son tratados de mercenarios, cuando la realidad es otra bien distinta.

En las vueltas que da la vida, en esas situaciones que nunca pensé volver a tener, fui invitada a una reunión de dirigentes deportivos de Antioquia., pero no de lo de hoy, no. Era una reunión de cabezas blancas, que tenían todo el conocimiento para hablar del tema.

Ver esas canas trabajando con el mismo ímpetu de hace algunos años, me conmovió y si bien no todos eran muchachos de mi edad, la mayoría sí y eran los que llevaban la batuta

Me dio gusto ver cómo la edad no impide trabajar por recuperar el liderazgo del deporte paisa, un liderazgo que ya no es desde la ambición personal, ni mezquino, sino un gran equipo de trabajo compuesto por expertos en las diferentes disciplinas deportivas que quieren apoyar a los deportistas, a quienes los preparan, a los clubes que los acogen, a los entrenadores, presidentes y en general a todos los involucrados con el deporte para que puedan tener un norte y un gremio confiable que los respalde.

Me fue grato ver el entusiasmo para hacer el trabajo. Todos sin afán pues en su mayoría están jubilosos y lo que tienen es tiempo para debatir, para pensar, para formar, para conseguir ayudas y para crear un norte exitoso.

Me entusiasmó ver la creatividad que tienen.

Creatividad aún más valiosa porque ya saben de resultados y han recorrido caminos y saben que no se van a equivocar.

Me dio alegría ver el afán por construir un plan estratégico para trabajar con guía, que les permitirá, seguir el buen camino.

Me encantó que estén pensando en grande, que ya no solo piensan en los deportistas consagrados, sino en las bases, en los talentos, en la formación de ellos, en los formadores de los atletas, en los colegios y en fin, en coger el deporte desde la base y darle valores agregados para hacer de los deportistas, no solo ganadores, sino grandes seres humanos, llenos de valores.

Me enamoró saber que están buscando nuevos dirigentes tan apasionados como ellos, que serán quien jalonen los procesos del recambio deportivo.

No se les quedó ningún tópico por tocar, porque al tema deportivo le agregaron ingredientes provenientes de todas las esquinas que puedan ayudar, porque lo que se busca es volver a ser los mejores en las diferentes disciplinas.

Como ven, los sesentones, setentones y más, no solo estamos para tomar café sentados en la casa, haciendo de aviadores, (vuele para la farmacia, vuele al mercado), sino para hacer patria, para hacer país para entregar la experiencia en favor de una causa, para direccionar, crear, aportar, sugerir y mejorar lo que hay, porque sabiduría, conocimiento, tiempo y de resultados si sabemos. Bien dicen por ahí que más vale el diablo por viejo que por diablo.

Yo quisiera que este ejemplo que están dando los lideres deportivos de ayer, que todavía son vigentes y reconocidos, nos sirva de ejemplo para quienes ya jubilosos, no encuentran camino diferente que el estar en la casa. Y esto también va para mujeres, son muchas las que han dejado huellas y merecen seguir dando de su conocimiento. Salir pensionados hoy por hoy, a la edad que se hace, es estar todavía muy enteros. No podemos votar a la caneca la experiencia, pensemos un poco más, cada uno desde su profesión y oficio y pongámosla al servicio de quienes lo necesitan, porque necesidades si hay y muchas.