No todo es para todos.

No a todos les gusta lo mismo.

Aunque sea maravilloso a mí me puede parecer que no lo es tanto.

Nunca he entendido por qué me tiene que gustar lo que a los otros les gusta y no es por sobresalir, ni por dármelas de importante, tampoco porque sea contestataria o quiera llevar la contraria, muchas veces uno tiene a aceptar lo que mayoría quiere porque es cómodo, porque de lo contrario se daña lo que todos querían o porque nos faltó carácter para decir no y explicar la razón y asumir las consecuencias.

Así es, cuando uno toma una decisión, también debe pensar en asumir las consecuencias que esta traiga y eso es lo harto o lo que nos molesta: asumir consecuencias porque siempre pensamos que lo que hacemos es lo mejor, que lo que decimos es la verdad revelada, que lo que proponemos debe hacerse y así mil cosas mas y va uno a ver y ve que, no es así que, por encima de uno siempre hay personas mejores que uno y también peores, pero no somos la última Coca Cola del desierto y que por mas que nos queramos imponer, hay gente a la que le gusta el agua y no tiene porque tomarse lo que no quiere.

Esto es solo para que reflexionemos un poco y que siempre que estemos en grupos de amigos, o sobre todo en familia, pensemos antes de decir, algo que haga tirarse en el parche, Escuchar primero y hablar después es lo propio.

Hablar de primero por lucirnos o por imponer ideas y dañar o criticar las que otros han dado, trae como consecuencia la desavenencia familiar, el malestar de algunos, la retirada de otros y por que no, nos ganamos el aborrecimiento de todos.

No es fácil acomodarse a la idea de otros, tampoco es lo mejor participar de eventos que uno sabe que pudieron ser mejores, pero en uno está mejorarlos y hacer lo que todos aprobaron, con algunas mejoras, que seguro beneficiarán a la mayoría.

A mi a veces me cuesta estar, hacer o participar en temas familiares que no son de mi gusto, pero siempre trato de apoyarlos y de dar idas que puedan ser aceptadas por todos y conseguir hacer lo propuesto con la alegría que siempre nos ha caracterizado como familia

Y eso es lo que amo de los míos. Siempre, por más, que aleguemos, que discutamos, que cambiemos, logramos ponernos de acuerdo, porque nos hemos respetado, porque sabemos que juntos es mejor, porque logramos superar impases, porque como todos nos gusta estar juntos, púes cedemos y hacemos lo mejor para lograrlo.

Ahora que acabo de cumplir 70 disfruté lo que nunca porque dejé que me atendieran como quisieron mis hijos y mi esposo, antes, si yo no organizaba la fiesta, pensaba que todo saldría mal, pero esta celebración de mis setenta, fue única y literalmente me dejé y fue la mejor fiesta de mi vida, me la gocé al máximo, porque entendí que ya era hora de dejar seguir cargando cosas que yo sabía que mis hijos las superarían y así fue. Me superaron en lo que yo creía que era maestra. Me sentí orgullosa

No nos creamos la última coca cola del desierto, porque la verdad, a esta tierna edad, las gaseosas caen pesadas y es mejor tomar del agua que todos beberán para vivir mejor, para disfrutar de lo que nos falta, para gozarse el tiempo libre y para ser feliz con quienes amamos.

Ya no es hora de pararse en pelos y pelar moños, todo nos debe resbalar y ahora mas que nunca mantener la mente abierta, aceptar los cambios, dejarse querer, permitir que otros hagan por nosotros, gozar con saber que no tenemos que hacer todo, porque ya tenemos quien nos ayude, dusfrutar de las invitaciones sociales y familiares que nos hagan y asistir, como si no hubiera un mañana y vivir agradecidos con Dios por la vida que tenemos.