La diversidad, es un espejo en el cual nadie se quiere ver. Es una frase muy cierta y real sobre todo para quienes en nuestros hogares y familias tenemos un integrante que marca una diferencia y que lo hace ver ante el mundo, como diverso.

Les estoy hablando de la diversidad, entendida como variedad, pluralidad y estoy hablando de quienes están aun buscando su lugar en el mundo como los que tienen la condición de autistas, de la cual conozco y vivo porque mi nieto lo es.

Por eso y porque este este dos de abril se celebra el día de la concienciación acerca del autismo, es que quiero referirme, para que entre todos entendamos la diversidad como algo cotidiano y no especial.

Tener en casa un niño con autismo, no necesariamente debe entenderse como una carga, igual sucede con quienes tienen personas con otro tipo de diversidad o condición, porque si son recibidos no como especiales, sino con el amor, vamos a entender que lo que tenemos es una bendición porque aprendimos a ser pacientes, creativos, originales, estudiosos, activistas y aportantes.

Mi nieto Sebastián, nació en el hogar que debía y tiene los padres que merecía y la familia que lo recibió con alegría, por eso, hoy, a sus seis años puedo contarles que sus progresos son tantos y tan buenos que cada día nos da una enseñanza mas y aunque le falta todavía mucho por aprender, su progreso es tan visible que llena de esperanza a todos los que lo amamos.

No ha sido una tarea fácil, pero si responsable y llena de amor la que han hecho sus padres y hermana mayor, aprendieron con él y a entenderlo cuando aun no hablaba y estaba encerrado en su mundo y ahora nos da lecciones que nos descrestan y habla tanto, tan claro y tan bien, que ya no sabemos de dónde apagarlo. Sebastián sabe expresarse normalmente, decide qué quiere, qué le gusta y da argumentos propios de su edad para rechazar lo que no quiere.

Mi nieto ha crecido tanto y aprendido tanto de sus terapeutas y padres que, ahora despliega su inteligencia en lo que hace y dice sin ninguna temeridad y si bien es literal para decir y entender, eso lo hace mas maravilloso todavía, porque de él no se pueden esperar mentiras, solo verdades por dolorosas que sean, él es sincero en todo y manifiesta su amor y abraza y se deja abrazar, de quien siente que le profesa esos mismos sentimientos.

Le encanta jugar con su familia, los juegos de mesa, el dominó, el uno y otros juegos de armar como rompecabezas, para el cual es bien inteligente, rápido y deduce muy bien cada jugada o pieza para armar. Asombra verlo competir con nosotros, si pierde, fue por descuido no por no saber.

Es un niño feliz que se ríe a carcajadas cuando la ocasión lo amerita o se ruboriza cuando le dicen palabras hermosas. Lo que antes era un suplicio como la motilada, ahora se le convirtió en rutina y va a la peluquería, entra y saluda a quienes ahí están, se sienta en la silla, agarra su iPad y llama a la peluquera para empiece.

Ahora a sus seis años está mudando dientes. Estábamos prevenidos, pero resultó ser todo un cuento. Le dice a su mamá que le saque el diente flojo porque necesita dinero para ir a la tienda a comprar unos juguetes. Sabe perfectamente quien es el ratón Pérez y pide el billete que necesita para poder comprar. La primera vez, pidió five dollars porque quería ir a la tienda five Below, en donde todo cuesta cinco dólares. La segunda vez, pidió más porque tuvo que ir al odontólogo y el juguete costaba más. Sabe perfectamente lo que quiere y no se amilana.

Con habilidad y conocimiento hace sus deberes escolares y a sus padres les ponen quejas por necio. Obviamente lo llaman al orden y cuando le preguntan, después de un rato largo de hablarle de la importancia de manejarse bien en clase, responde que su mamá esta enojada porque él es necio y le ofrece disculpas.

Esta familia nuestra, celebrará este dos de abril, no solo la concienciación sobre lo que es ser autista, sino la llegada de Sebastián a nuestras vidas, porque nos ha hecho feliz, porque hemos aprendido mucho y por que no hay día en que no celebremos una novedad con él.

En resumen, Sebastián nos enseñó a hacer más fácil lo difícil.

Tener un niño o una persona diversa en casa es tener una fuente de crecimiento y de aprender a celebrar y a respetar las diferencias. Es tomar conciencia y tomar acciones para hacer cambios positivos y que ellos encuentren el apoyo a sus necesidades y puedan encontrar su lugar en el mundo.

NOTA FINAL

Queridos amigos lectores, les agradecería este domingo dos de abril, que se vistieran con camisa o camiseta azul, color que simboliza el autismo y me regalarán esta foto para publicarla en mis redes y hacernos notar más, hacer que el mundo nos vea y de verdad se tornen conscientes de lo que es esta condición de autismo y permitan que la diversidad, no sea un problema, sino una vida más que, encontró su lugar porque le dieron el respeto. Gracias de antemano