Otra vez me voy a meter en camisa de once varas, como decimos los paisas, cuando el tema a tratar es controversial. Pero no importa, también hay que decirlo, pensarlo y analizarlo.

Este domingo que pasó, leí un articulo del escritor, publicista y amigo, Alberto Morales, que se llamaba “¿Qué están matando ellos, cuando las matan?“, ( https://alalberto.com/que-estan-matando-ellos-cuando-las-matan/ )en donde hacía una reflexión de por qué se están cometiendo tantos feminicidios en este país y decía, palabra más , palabra menos que, “Hay una violencia exacerbada contra las mujeres que entrega cifras escalofriantes. El año anterior hubo 659 feminicidios en Colombia, además del número escandaloso de violaciones diarias, golpizas, estupros, silencios, chantajes, que parecieran integrados a la cotidianidad de muchas relaciones. 659 feminicidios es hablar de 12.2 semanales, casi dos feminicidios diarios. Una cifra aterradora, ciertamente”.

Y terminada su escrito, Alberto Morales, citando una frase a Virginia Wolf “las mujeres han vivido todos estos siglos como esposas, con el poder mágico y silencioso de reflejar la figura del hombre, al doble de su tamaño natural”. Es eso, exactamente, lo que empieza a desaparecer y hay quienes son incapaces de soportarlo”.

 

Eso me dejó pensando a mí también, pues con mis amigas ya habíamos comentado la cantidad de abusos y asesinatos que se vienen cometiendo en contra de las mujeres, todo a raíz de la muerte tan horrible que sufrió la Dj en Bogotá a manos de un extranjero que, a punta de engaños, dice la prensa, la enamoró hasta matarla.

Mis amigas son de pensamientos de todos los estilos y colores, desde las más liberales y feministas a morir, hasta las más tradicionales y de pensamiento conservador. Por ello, voy a tratar de armar mi pensamiento y transmitirles lo que pienso al respecto, con la seguridad de que generaré polémica y controversia, pero… ustedes en su sabiduría definirán para donde coger.

Mis amigas feministas, con toda razón ellas, aseguran que los hombres de hoy no soportan el empoderamiento de la mujer, su emancipación, la sacudida que se dieron de la otrora dependencia de ellos, sin la cual las mujeres no podían existir, aseguran que las mujeres pueden ser lo que quieran en un mundo antes de hombres y que éstos si son inteligentes, pueden convivir y hacer un gran equipo para mejorar este mundo.

Miran con naturalidad el crecimiento femenino en todos los sentidos y en todos los cargos antes vedados, consideran que el vestirse como quieran, mostrar más allá de la imaginación, no debe ser incitación a matarlas o juzgarlas, querer vivir sin casarse, no querer tener hijos, considerar el aborto como una posibilidad de ser o no madres, es también parte de este pensamiento feminista que considera la libertad total en todas sus formas, como propias y derecho de las mujeres, en igualdad a como las tienen los hombres hoy en día.

También tengo las más conservadoras de pensamiento, que, si bien participan de la liberación femenina en el campo laboral, académico y del derecho a la equidad, manifiestan que, es “que las mujeres damos mucha papaya” y por eso nos están matando.

Consideran que el mostrar tanto, el salir a la calle a medio vestir, y casi que, en ropa interior, el hacerse tanta cirugía estética para presumir y mostrarla sin reato alguno, el poner en las redes fotos más que arregladas y mostrando todo lo que tienen, así sea falso, está dando origen a que los hombres las engañen y se llenen de celos y terminen asesinándolas.

También dicen que el querer ser como los hombres sin escatimar ni considerar y aceptar cualquier empleo por dárselas de muy liberadas, las expone diariamente al peligro y por eso las matan. Hay quienes me dijeron que por “culiprontas” también las matan, porque eso de irse a convivir a los o días de conocer un extranjero por redes sociales, es un riesgo innecesario y por eso terminan muertas.

Cada una de ustedes considerará quien puede o no, tener razón, o si hay un punto medio. Personalmente creería que la educación desde la casa, la atención de los padres, el inculcar valores, el modelar con el ejemplo desde la casa, el tener un hogar con los dos padres o uno, o simplemente tener una familia que hable del respeto, del valor de la mujer, la importancia de que cada una tenga la oportunidad de escoger lo que quiere ser y no buscar igualdad con los hombres sino equidad, el enseñarles a ser responsables, a investigar qué quieren hacer, con quienes quieren establecer una relación, y más si por redes sociales, eso, ayudaría a evitar tanta muerte inútil en las mujeres.

Estamos en una sociedad en la que a mujeres como nosotras y a los hombres de  nuestra edad, el machismo fue preponderante en nuestras casas y por ello a muchos les resulta difícil de entender e inculcan a sus hijos esa doctrina de que, el hombre es el macho y el proveedor, el que manda y que ellas deben trabajar para aportar, pero obedecer y eso se va multiplicando y se van alimentando los celos, la competencia entre genero y que eso de la liberación femenina es cuento y así se da pie al nacimiento de una nueva cultura, retrograda por cierto, pero tiene mal final para nosotras.

Queridas mamás y abuelas, debemos crecer con la época y a la par con nuestros hijos y nietos, vivir la sociedad y sus cambios, la familia y sus cambios, pero inculcando siempre los valores y el respeto, permitiéndoles ser, pero con responsabilidad y conocimiento, de ahí la importancia de la buena educación. A ello se reduce lo que nos hace falta entender y aceptar para que todos entendamos que la equidad de género es valiosa.