¡Para nada! Me respondieron muchos. Y siguieron opiniones como: “para encartarlos y tener que dar regalos al ahijado en las fechas claves”, “para darle gusto a la familia”, “para que los tíos se sientan mas tíos”, “para quedarles agradecida de por vida”, y algunos me dijeron que no sabían, porque les habían puesto padrinos tan viejos que ya todos estaban “difuntiados”

Aun no especifico de qué tipo de padrino estoy hablando, pues los hay de muchas clases y para diferentes ocasiones, pero tienen en común, qué para conseguirlos, uno analiza muy bien la razón de por qué fulano o mengano, y a pesar de eso hay equivocaciones.

El padrino, dice el diccionario, “es la persona que ayuda o que protege a otra, particularmente en el mundo laboral, profesional o personal”. También dice que se trata de una persona que valida, patrocina, y que es un bienhechor o un favorecedor.

Para la religión, el padrino es la persona que presenta o asiste, en los diferentes sacramentos, a otras personas, pero en todo caso, representa un honor, que conlleva ciertas obligaciones y compromisos, no solo con el ahijado o la persona favorecida con su acompañamiento, sino también de éste para con quien lo apadrinó.

Buscar un padrino no resulta tan fácil.

Si se trata de un padrino para un sacramento religioso, es mas delicado, porque para el caso de los católicos, el padrino de bautismo, entra a reemplazar a los padres, en caso de que estos mueran, lo que quiere decir, que deben ver por el ahijado de un todo y por todo. Pero valga decir que, en lo que conozco, no he visto este caso, pues el ahijado siempre tiene abuelos, tíos y familia que los entran a cuidar.

Ser padrino de un profesional, también conlleva responsabilidades, pues estamos ayudando al ahijado a encontrar un buen empleo y para ello hay que conocerlo bien y no nos digamos mentiras, muchos ahijados nuestros los vimos el día del bautismo o los conocemos por encimita y poco o nada sabemos de ellos, por eso, recomendarlo o apadrinarlo para un empleo requiere responsabilidad, porque al final el que queda mal es uno y cuando salen malos trabajadores el que queda debiendo es el padrino.

Yo tengo muchos ahijados de bautizo y en el campo laboral. Para el primer caso tengo que confesar que los vi el día del bautizo y nunca más. ¡Mas mala madrina no puedo ser!, pero si vale alguna excusa, les cuento que cuando ocupé algunos cargos de importancia, varias personas me dieron a sus recién nacidos para que los apadrinara y fui cumplida mientras pude, de ahí en adelante nada.

También soy madrina del hijo de una gran amiga, y por circunstancias de la vida, con ella hablo cada año por teléfono y con el ahijado nunca. Soy mala madrina para que no piensen mí. A la única que le he medio cumplido es a mi hermanita menor, mi primera ahijada, cuando yo tenía 13 años y digo medio, porque la amo, pero si es por regaladora, jajaja pobre…

En cuanto a ahijados laborales, he tenido algunos que me han hecho quedar bien y otros mal. Por eso cuando me piden que los recomiende, eso hago, pero les digo que les voy a dar la oportunidad de que los conozcan y son ellos quienes tienen que ganarse el puesto. Me ha ido mejor así. Y cuando les va bien, ellos son quienes se olvidan de padrinazgo y eso también se vale.

Pero sí, voy a defender a algunos padrinos. No todos son malos como yo. Hay padrinos que se buscan por diferentes motivos: por familiaridad y como quedan en casa, pues de algo sirven, los hay por interés económico y si son generosos, pues algo recibirán, pero los que fueron escogidos con un motivo superior, como es el preservar la amistad, éstos permanecen en el tiempo y están siempre presentes y pendientes y les cuento que son los mejores.

Cuando nació nuestra última hija, mi esposo me dijo que escogiéramos a un matrimonio amigo, con una buena relación, hijos maravillosos y qué en cuestión de amistad, nunca nos habían fallado, así lo hicimos y 24 años después siguen siendo de nuestros mejores amigos. Igual pasó con nuestros padrinos de matrimonio, grandes amigos que siempre están para nosotros.

En lo personal, pienso que son mejores padrinos los amigos que la misma familia. Hay excepciones seguramente, pero las amistades bien llevadas son como familia.

Pero la relación de padrino ahijado es de dos y cuando uno no está el otro debe buscarlo, interesarse por el o ellos y estar presente amorosamente en todo los que necesiten, no solo en las fechas importantes. Esa relación hay que cultivarla, mantenerla, crecerla y hacerla parte de uno. Lo contrario, puede resultar como dijeron algunos: no sirven para nada, pero también fue nuestra culpa.

RECOMENDACIONES DE LECTURA Si bien en esta Navidad descuidé un poco la lectura, hoy empecé a leer nuevamente como una condenada y como algunos me han pedido recomendaciones les tengo varios:

“Sira” de María Dueñas, la misma del “Tiempo entre costuras”. Es una especie de continuación de este libro, pero si no lo han leído o visto la película, no importa, ella escribe tan bien que te ubica de inmediato, es entretenido y tiene todos los ingredientes para ser agradable y dejarte buen sabor. De esta misma autora esta: “Las hijas del Capitán”, del mismo corte y agarra desde el comienzo.

“El Italiano” de Arturo Pérez-Reverte. Es una historia de amor, mar y guerra y te atrapa luego de leer el contexto. Es maravillosa

“Un día cualquiera” de Carlos Arcos Cabrera, es una historia novelada, llena de suspenso y emoción. No se la pierdan¿