Tan lindas que son, tan nobles y amorosas. Son una compañía maravillosa para los niños y adultos. Son especiales para cuidar personas solas y bien tratadas, se convierten en parte de la familia.
Les hablo de perras como Lassie. ¿Recuerdan esa serie de televisión de los años 60 y 70?
Pues bien no entiendo por qué, de una década a otra o de un siglo a otro, estas perras terminaron degradadas e insultadas.
Y entiendo menos, que para referirse a nosotras las mujeres nos digan “perras” y aún, no me cabe en la cabeza que haya artistas que compongan canciones, ultrajando a las mujeres y a estos animalitos que nada tienen que ver con la pérdida de valores.
No me pude aguantar y con todo lo que me gusta y admiro, tengo que decirle a José o a JBalbin, que la embarró, que se descachó, que metió la pata y que nos insultó, desde a su querida mamá, abuela, esposa y madre de su hijo, hasta a todas las mujeres que lo admiramos.
Soy una abuela sesentona, de gustos jóvenes, y por principio me gusta escuchar lo que oyen mis hijos y mis nietos.
Acepto gustosa las recomendaciones que ellos me dan en temas de música, y JBalbin es uno de mis preferidos.
Siempre me ha parecido un hombre tratable, sincero, con problemas iguales a los de todos los mortales y que nunca los ha escondido, sencillo en su hablar y actuar, respetuoso con la gente y comprometido con su ciudad.
Lo sigo en Instagram y le doy “me gusta” a cada nuevo par de tenis que muestra, de esa colección infinita que tiene, me parecen simpáticas sus pintas, su espontaneidad para decir las cosas y admiro el amor que le tiene a quien le ha servido toda la vida.
Le saqué tiempo para ver el documental sobre su vida y cuando mostró su casa, sin chicanear y sin presumir, solo por darnos gusto. Lo tengo en buen concepto y hasta me río de sus vídeos sin sentido.
Se que su género musical no es del amor de todo el mundo y que es reguetonero, pero de gusto.
Siempre se ha hecho acompañar de los buenos y de los mejores cantantes de ese género urbano, miren si no, esa bella canción :”si mañana es too late” que hace a dúo con Jesse&Joy y que tal la de “mi gente” que le valió miles de premios y la admiración del entonces presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
Por eso no entiendo qué le pasó a JBalbin, ¿por qué decidió menospreciarnos, ninguniarnos,  por qué decidió actuar como algunos otros reguetoneros vulgares  y ordinarios?
De las muchas cosas buenas que tenía, era que había sabido marcar distancia de esa ordinariez y vulgaridad.
“Puede que la opinión de una abuela sesentona no te interese ni pese, pero esta caído conmigo, con las mujeres en general, con la señora Canciller y Vicepresidenta de este país y con quienes tanto te admirábamos.”

No creo que JBalbin necesite de esa canción para ganar más fama o dinero, aunque puede que le esté dando resultado. Ya bastante ha sido mencionado en estos días por su desencuentro con otro cantante de su género que en nada se le parece.
Veo que está de capa caída y lo están  dejando equivocar.
Pero bueno allá él y sus asesores y los que le aplauden “su perra” y ese video que tanto nos degrada y que encontró quien se prestara para hacerlo,  pero estoy segura que nosotras, las abuelas, las mamás y las mamasitas, no vemos con simpatía que nos maltraten y cualquier mujer que se respete debe sentar su protesta.


Por ninguna razón o motivo podemos permitir que a las mujeres se nos vilipendie, nos traten con vulgaridad y grosería, nos comparen con caninos callejeros, nos vulgaricen y solo nos vean como objetos para satisfacer instintos de otros animales.
No se vale el maltrato para nosotras. Hemos trabajado duro para alcanzar el respeto y para darnos nuestro lugar en el mundo por nuestras capacidades, inteligencia y educación.

Hemos luchado contra quienes nos han utilizado para alcanzar fama a costa de humillarnos.
Por eso queridos lectores, con dolor en el alma, porque aún creo que no sabe que se equivocó, hay que actuar y no dejarnos de quienes nos quieren maltratar, hay que aplicar la recomendación que tanta publicidad tiene: “vámonos a la primera”, protestemos a nuestro estilo, dejando de lado a los perros que nos quieren agredir.